21/7/07

"Estigmas" hechos en casa


DARIO DAVILA / Publicado en Vanguardia y Reporte Índigo.

La sangre de Beto debe ser muy amarga cuando se mezcla con la hostia consagrada que se mete a la boca. A él le fascina presumir cosas así. Le encanta —por ejemplo— mostrar que es una suerte de mediador celestial.
Y no importa que para lograrlo tenga que visitar a un experto en tatuajes para pedirle un “branding” (que le quemen la piel) para simular “estigmas sangrantes” en ambas manos. Total, los “estigmas” —pensaría este muchacho— son cosas de Dios.
¿Qué sentirá este joven cuando se muerde las paredes interiores de sus labios para hacerlos sangrar? ¿Cómo le hará para imitar casi a la perfección la voz de una mujer? ¿O para que su aliento huela a rosas? ¿O simplemente para que la Virgen sea a través de él, una experta en bienes raíces que le pide un terreno para una iglesia? Este pedazo de historia y estas preguntas, las conoce muy bien la Iglesia, pero de eso hablaremos más tarde.
Beto, el de la calle Otilio González en Saltillo. El joven visto casi 20 mil veces en el sitio Youtube.com. “¡Sí!”, dice uno de sus vecinos que lo vio pasar varias horas y días en un Internet de Abasolo leyendo temas de apariciones religiosas y santos no reconocidos: “¡Es un vidente de Internet!”.
Otro testigo agrega: “Aquí venía seguido acompañado de una muchacha como de su edad, pero dejó de venir cuando se hizo famoso”. Y adereza de forma irónica : “¡Hasta pensé en poner un letrero afuera que dijera: ‘Aquí estuvo Betito y sus poderes’”.
Beto no le juega al ingenuo. Sabe que desde principios de 2005 la Iglesia le sigue los pasos. Primero porque inyectó a sus 16 años aceite a una figura de San Charbel y juró que ésta sangraba. Luego, porque comenzó a amalgamar una red de varios seguidores que vinieron de San Pedro y Monterrey, Nuevo León; Chihuahua, Guadalajara, Estado de México, San Luis Potosí y por supuesto Saltillo.
Se habla de una red de más de 3 mil 500 personas que han depositado su fe —incluido el poderoso grupo religioso y económico de los Legionarios de Cristo— en este muchacho, a quien la Virgen le pidió “no estudiar la preparatoria”, mucho menos hablar con reporteros sobre esa aparente conexión celestial que le rodea.
Su madre, doña Guadalupe Suárez, sabe mucho del tema. Sin abrir mucho la puerta de su casa, dice: “No puedo darle información de nada, estamos en obediencia por órdenes del señor obispo Raúl Vera”.

-¿Y hay alguna misa próxima donde se pueda hablar con su hijo?-
“No, nosotros tenemos que obedecer a la Iglesia, no decir absolutamente nada. Luego cierra la puerta, y se pierde al interior”. Es probable que la obediencia de la señora Guadalupe no le permita conocer que el martes pasado, la Diócesis de Saltillo tuvo un cónclave con uno de los círculos más cercanos a “Betito”.
Una reconstrucción de esa reunión con varios de los asistentes, logró establecer que los simpatizantes del muchacho tuvieron acceso a las investigaciones eclesiásticas y científicas que durante dos años hizo —pacientemente— la Iglesia para estudiar y discernir sobre este muchacho.
Por ejemplo, un examen de ADN —indica uno de los informantes— permitió descubrir que las supuestas hostias que se convertían en sangre, era en realidad sangre de Beto, que se mordía las paredes de los labios para hacerse heridas y que la hostia consagrada simulara sangre.
Algo más: a mediados de marzo pasado, en vísperas de Semana Santa, Beto visitó el local de tatuajes “Icarus”, en el centro de esta ciudad, donde pidió sin éxito que los especialistas le hicieran un “branding”: una técnica para escribir en la piel diseños indelebles a través de una quemadura. Con este método, la herida permanece abierta por un tiempo más prolongado, conforme se va raspando la costra.
“Sí, aquí vino, pero no le hicimos el trabajo porque era menor de edad”, confiesa el encargado del local. Sin embargo, Beto aparecería semanas después ante algunos de sus seguidores para declarar: “¡Miren, me están saliendo estigmas!”.
“Afortunadamente uno de los muchachos que lo conocía se dio cuenta cuando “Betito” fue a ese lugar, y por varios testimonios recopilados nos dimos cuenta de que estaba mintiendo y que incluso fue en diciembre del 2006 a pedir una perforación”, expresa otro de sus ex seguidores.
Un informante más agrega: “Descubrimos después que él mismo se hizo las heridas”.
Pero Beto no ve las cosas así. Uno de los investigadores del caso sugiere al respecto: “El obispo Raúl Vera ya le redactó una carta de amonestaciones que está en manos del joven, pero éste niega todo”.

-¿Qué sigue entonces?-, se le pregunta al investigador.
“Se le pueden suspender los sacramentos...”.
-¿Y qué pasó con la multiplicación de signos que todo mundo espera?-
“Todo eso es mentira. Beto ha tenido desobediencia, digamos que ahora tenemos que ayudarlo a entender que ha cometido errores.
Por eso mismo la Iglesia fue muy prudente con este caso y realizamos varias entrevistas, hay más pruebas que después serán presentadas.
“De hecho, entre los elementos que a decir de las fuentes consultadas, serían exhibidos por autoridades eclesiásticas, será la manipulación que el muchacho hace de varias familias en Nuevo León y Saltillo.
“Muchas de ellas decidieron quitarle el respaldo, luego que el obispo Vera les presentó las pruebas”, indica la fuente.
Pero desde Nuevo León, donde se ha conformado, según testigos, un grupo de “Doce consejeros” de Beto, se está forjando lo que sería la “aparición” de una Virgen en un terreno, que en teoría ha sido adquirido en la zona de La Carbonera en Coahuila, y que incluso fue visitado el pasado fin de semana por varios de los seguidores del muchacho.
“Beto duerme dos o tres veces por semana en casas de familias que se turnan su visita”, explica uno de los señores que le llegó a prestar su domicilio en Saltillo para que el joven pasara la noche.

-¿Entre esas familias estará gente relacionada con los Legionarios de Cristo?-, se le pregunta.
“Sí, ya hablamos con personas de los Legionarios y están convencidos de que es una trampa”.
Trampa o no, las ausencias de Alberto Solís en su casa de Otilio González en Saltillo, coinciden con los testimonios. La Diócesis de Saltillo así lo piensa y así lo sabe. También sabe que Beto está en cuenta regresiva para cumplir con lo que prometió: “que el 2 de agosto se aparezca doce veces la Virgen y sean sanadas 100 personas en un terreno de La Carbonera”.
Para entonces habrá que descontar las ostias embarradas de sangre de la boca de Beto y sus "estigmas", talladas por él mismo.

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